Increíble pero cierto, por fin llegó el muy ansiado 27 de febrero, día de iniciar la travesía, el aeropuerto de Quito se tiñó de negro para acoger a los a los soldados del metal quienes dejaron en claro que los empresarios ecuatorianos tienen la imaginación de un zapato, por q piensan… no, esos no piensan, mejor dicho creen q si no suena en un programa radial conducido por una ridícula dueña de una voz de chica fácil no tiene potencial para q pisen el país de manuelito.
Pero el Dios del trueno es generoso con sus seguidores, y esta vez no podía ser la excepción, al arribar a Bogotá la aeronave se estacionó junto al Ed Force One…

El avión cuyo capitán es Bruce Dickinson se erguía imponente mostrando q era verdad, Iron Maiden estaba cerca y esto era un solo abrebocas de lo q se venía. Estábamos tan cerca y tan lejos q no importaba si vivíamos para pelear otro día (We get so near yet so far away; We won't live to fight another day)... y este fue un evento q debia ser celebrado tal y como los antiguos vikingos lo habrían querido, con el brebaje q se sirve solo en el Valhala...
No hay comentarios:
Publicar un comentario