jueves, 20 de marzo de 2014

We are the metal heads, en el carnaval de Guaranda

Hey gente!!!
Con la novedad de q he vuelto, y q mejor motivo de volver a escribir q mi penúltima aventura, q fui mi viaje al GuarandaFest para ver en vivo nada más y nada menos q a la reina del metal Doro Pesch.
Primero debo mencionar q efectivamente se trato de tooooda una aventura, primero por q se realizo en carnaval, una fecha en la q la ciudad de Guaranda se caracteriza por ser tierra de nadie, en la q el alcohol y la parranda mandan. Así q no es q había mucha disponibilidad de hoteles q digamos, pero eso ni de lejos iba a ser impedimento para ir a presenciar tremendo concierto.
Pues primero, la tripulación debía ser la adecuada, y por suerte encontré otro a quien cuando le propuse la idea solo dijo “You’ll never walk alone”; A la altura de todo buen guerrero de Odin.
Ya a todas estas, el viaje comenzó temprano con el fin de evitar el maltrato en el trafico de feriado (parece q Quito está lleno de chagras, por q ese viernes por la noche me dio la impresión de q habían declarado epidemia en la capital y q todos estaban huyendo de los zombies), lo chévere es q alcanzamos a desayunar en Salinas (Guaranda, no Guayas… desubicados!!!), en donde entre tanto autóctono, a lo lejos avistamos unos rubios altotes, q resultaron ser la otra banda q tocaba en el GuarandaFest, un grupo alemán llamado Grave Digger, y tengo una foto q lo prueba.
Debo confesar q hasta antes del concierto no es q había escuchado mucho de ellos, pero resultaron ser una muy buena banda, heavy metal europeo al estilo de la vieja escuela, rápido, enérgico, elaborado, divertido y con una buena voz (lejos de los gritos destartalados de las bandas de hardcore).
En fin, para quien siguió el hilo del relato, nop, no hubo hoteles, así q el plan fue el de dormir en el batimovil, y es q dormir, lo q se llama dormir tampoco es q estaba en los planes… como siempre, los organizadores dieron cátedra de eficiencia, y es q el concierto q debía empezar a las 14h30, empezó a las 16h35. Y con los grupos nacionales tocando conforme iban llegando, con las limitaciones q eso incluye; por lo q Doro Pesch estuvo saliendo cerca de la media noche, pero valió la pena cualquier espera. Ahora, corolario, si van al Guarandafest, si dejan armar carpa y dormir ahí, y créanme q de saberlo, esa información me habría sido por demás útil.
Por otro lado, este tipo de conciertos son lo q me hacen sentir orgulloso de pertenecer al gremio rockero (aunq algunitos se empeñen en hacer quedar mal y cada vez me dejen menos argumentos para defenderles), ya q se trató de un concierto en el estadio de Guanujo, q por decirlo suave queda donde el concepto de olvido cobra sentido; además más o menos desde las 14h00 empezó a llover y la verdad creo q hasta el día de hoy no acaba de escampar, y aun así se reunieron tres mil almas quienes llegaron de todo el país a cabecear como Dios manda (la mayoría del guayash, inclusive me encontré con un amigo guayaco), a gozar y a gritar todas las canciones de ese par de grupazos alemanes.
Hablando de lluvia, el momento cultural del viaje estuvo a cargo de un vendedor de ponchos plásticos, quien nos enseño una nueva palabra y su significado: Melesio.- Dícese de aquella persona que comete algún acto propio de alguien con un bajo coeficiente intelectual (ejem; usted ya ha estado puesto un poncho de aguas y yo queriendo venderle, q melesio q soy!!!). Y como nota al pie, aproveche para poner en práctica lo aprendido en el curso de fotografía, y aunq es muy difícil obtener una foto q me satisfaga, esta es simpatica.
Ahora como dije, siempre asoman los q no me dejan argumento de defensa para el gremio. Unos bonitos se agarraron a beber afuera del estadio y en lugar de pagar la cuantiosa suma de TRES (03) dólares, q fue el costo de la entrada, prefirieron comprar más alcohol y subirse a las casas aledañas para ver el concierto por sobre el cerramiento, francamente, q miseria.
Volviendo al concierto, igual y me jugaron Dragon Ball, q en la puerta pregunte si adentro vendían comida, y efectivamente, un mugre puesto de papas fritas… pero todas esas inclemencias son las q hacen q un viaje pase de bueno a excelente, y es q la sensación de aventura, de libertad, de felicidad, no tiene precio. Diciéndolo simplemente, uno se siente vivo. Lo q si admito, es q al inicio me sorprendió cuando las bandas gritaban “vamos Guaranda!!!!”, la costumbre de vivir en Quito.
De las bandas q tocaron no voy a decir mucho, por q siempre he predicado, q quien no tiene nada bueno q decir, mejor y no diga nada. Se les notaba la falta de ganas o el cansancio del viaje. Además q las ultimas tocaron hardcore y ese género no me acaba de convencer. Hasta q salió Grave Digger, un verdadero lujo de banda, en vivo los alemanes se comieron el escenario, se la gozaron, y el público les apoyó con todo. Como anécdota, alado mío había un grupo de pastusos (de Pasto, no de Tulcán) quienes viajaron desde tan lejos solo por verlos. Esa foto q me tome con la banda cada vez se volvía más valiosa para mí.
Pero cerca de la media noche llego la hora de la verdad, y todo salió a pedir de boca, en ese momento la lluvia, el frio, el hambre, el cansancio pasaron al olvido. Fue el momento cuando Doro Pesch salió al escenario, todo un lujo de artista (sin mencionar q a sus 49 años se ve espectacular). Durante las casi dos horas de presentación, se movió por todo el escenario, y ni el tremendo frio pudo borrarle la sonrisa con la q cantó el repertorio elegido para Ecuador, mismo que recorrió todo su repertorio desde sus inicios allá por el 83 en Warlock, hasta sus últimos singles. Pero hasta ahí lo cuento, q por muy bien q yo escriba, quien no estuvo ahí no puede contagiarse de la emoción y energía de la reina del metal.
Lo malo fue el final, y no por q Doro nos haya fallado, al contrario, su buena vibra hacia q ella quiera tomarse fotos con todos los q se lo pedían, y como así somos de brutos, algunos energúmenos comenzaron a invadir la tarima para tomarse una foto con la alemana, y llegaron inclusive a colarse a las carpas de camerinos… ahí si me da vergüenza ajena.
El resto del feriado estuvo menos rockero, pero igual de divertido. Gracias a mi compañero de aventura, fuimos a parar a Bucay (ahí si a hotel con cama y ducha), a cometer el pecado de la gula. Además, de q irónicamente fuimos a jugar carnaval en un barrio donde les habían cortado el suministro de agua; por lo q cualquier otro implemento (achiote, harina, tierra, lodo, ceniza, coca cola) estuvieron a la orden del día.
En fin, fue uno de los mejores feriados q he pasado, y entre gasolina, comida y hotel; se me fue como 30 por persona. Por lo q se demuestra q es cuestión de ponerse pilas para pasarla chévere.
Revenge
I'm taking revenge
The law in my hand
Taking revenge
Got blood on their hands

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